Venezuela: en La Cota 905, sembramos presente para un mejor futuro

Venezuela: en La Cota 905, sembramos presente para un mejor futuro

En la Cota 905, Caracas, germina día a día la semilla de la esperanza que ha sido sembrada por sus habitantes con la convicción de tener mejores frutos en el presente y el futuro. Y así como esta esperanza, crecen ahora alrededor de las casas berenjenas, jojotos, pimentones, ajíes y hasta caraotas
Artículo 11 enero 2024 Venezuela

A finales de 2022, iniciamos un proyecto de agroproducción para 149 familias de la Cota 905 como respuesta a las consultas que se realizaron en la comunidad y gracias a las cuales conocimos sus principales necesidades. Sus medios de vida (empleos y emprendimientos, principalmente) fueron afectados por los episodios de violencia vividos en el sector: perdieron sus empleos, muchas veces fueron discriminados por vivir en esa zona de Caracas y, otras tantas, tuvieron que quedarse encerrados en casa por miedo, sin poder trabajar o desplazarse.

Se trata de un proyecto nacido en el seno de una comunidad que buscaba soluciones. Ellos, al reconocer el potencial de su tierra y la capacidad productora de su gente, vieron una gran oportunidad para hacer frente a las necesidades relacionadas con la economía y superar el impacto de la violencia a través de una actividad que les permitiera tener un sustento diario: la siembra. Es una iniciativa con perspectiva comunitaria, colaborativa, ecológica y sustentable. ¿Quieres ver sus frutos? En este vídeo te contamos más.

Patricia, Adaluz, Carmen, Giovanny y José son una muestra de lo que esta comunidad ha logrado durante este año. Cada uno se ha comprometido con el proyecto y la comunidad, más allá de lo esperado. Las 149 familias participantes apoyaron a otras 360 personas de la comunidad entregando semillas y brindando recomendaciones, lo que generó un efecto multiplicador y colaborativo. Por iniciativa comunitaria, se rehabilitaron 5.800 m2 de terreno que antes eran vertederos de basura y ahora crecen en ellos los frutos de su trabajo.

Este proyecto le dio la oportunidad a la comunidad de reconocerse, de recuperar la confianza e integrarse. Jóvenes, niños y adultos de todas las edades compartieron sus conocimientos y experiencias en la agroproducción y otras habilidades. Las conversaciones en La Cota ahora son diferentes: en estos días se habla de empoderamiento comunitario, de siembra y de futuro.

Puedes ver más fotos en este álbum en Facebook

El trabajo humanitario y multidisciplinario. Para el CICR, la protección y la asistencia a comunidades vulnerables tienen una perspectiva integral que permite responder a las diversas necesidades de la población. En este caso, se atendieron no solo las necesidades de seguridad económica sino también las relacionadas con la protección y el acceso a servicios esenciales como el agua.

Se estableció un diálogo con los miembros de la comunidad para fortalecer su resiliencia al mismo tiempo que se conversó de manera confidencial con autoridades y portadores de armas para reducir las consecuencias de sus acciones en la vida de la población.

Durante todo el proyecto, se acompañó a la comunidad mejorando las condiciones de almacenamiento y suministro de agua a través de formación en higiene del agua y la donación de tanques de almacenamiento que no solo ayudaron a mejorar el proceso de siembra, sino también el consumo diario de las personas en la comunidad.

Trabajamos en conjunto con voluntarios y voluntarias de la Cruz Roja Venezolana, quienes orientaron a la comunidad con sus recomendaciones sobre establecimiento de huertos, y contamos con el valioso trabajo de los miembros de la Organización Acción Campesina, quienes guiaron día a día a los miembros de la comunidad en la preparación del terreno, la siembra y el seguimiento de los huertos.

Descarga aquí los consejos sobre agroproducción para fortalecer tu huerto familiar (Videos)

La Cota está repleta de gente soñadora, luchadora, de gente que cree que un cambio es posible si se hace con amor, y con tolerancia y respeto por el otro

Patricia Peralta, participante del proyecto

La comunidad de La Cota 905 ha superado los objetivos propuestos por el CICR en este proyecto. Entre sus miembros se ha despertado un compromiso y un sentido de pertenencia inquebrantables hacia su tierra. Ahora, estamos seguros de que cada persona tiene más herramientas para seguir adelante y sabemos que sus huertos y sus ideas van a seguir floreciendo.

El proyecto de huertos urbanos constituye el último trabajo humanitario del CICR en La Cota 905, una zona en la que ha estado presente desde 2019 hasta octubre de 2023, para proteger y asistir a las personas afectadas por la violencia armada a través de proyectos de seguridad económica, acceso a servicios básicos y de salud, protección de las personas afectadas, acompañamiento en salud mental y apoyo psicosocial, restablecimiento del contacto entre familiares, entre otras áreas. Siempre, en estricto cumplimiento de su cometido humanitario reconocido en el país.

Algunos de los resultados obtenidos en la zona fueron los siguientes: