Las promesas no alcanzan: el mundo no debe fallarle al pueblo sirio

Al cumplirse una década del conflicto en Siria –un hito trágico–, el Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja insta a la comunidad internacional a llevar las palabras a la acción y reunir el financiamiento esencial para una de las crisis más brutales y de mayor alcance de nuestro tiempo.

Hoy, más que nunca, los sirios necesitan nuestra solidaridad y nuestro apoyo. A diez años del inicio de la crisis, tienen delante una inmensidad de dificultades: las hostilidades que no cesan, el colapso económico y la pandemia de COVID-19, que no ha hecho más que exacerbar las enormes necesidades humanitarias en el país. En este momento, 13 millones de personas, como mínimo, necesitan asistencia urgente y dependen de ella más que nunca.

Las necesidades en Siria son muchísimas, y los servicios humanitarios siguen siendo una salvación. Pese a los problemas de seguridad y los bloqueos políticos, debemos seguir buscando maneras de reparar la infraestructura esencial y procurar que la población acceda a servicios básicos, como agua potable, electricidad y atención sanitaria en correcto funcionamiento.

"Nuestra infraestructura está arruinada. Nuestra población no puede satisfacer sus necesidades más básicas debido a la grave escasez de alimentos, agua, combustible y medicamentos", señaló Khaled Hboubati, presidente de la Media Luna Roja Árabe Siria, cuyos empleados y voluntarios se desempeñan en la primera línea de la crisis, prestando más del 60% de la asistencia humanitaria. "Hace ya una década que el pueblo sirio vive en agonía. El mundo no lo puede abandonar", agregó Hboubati.

El Movimiento de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja ha respondido a las necesidades de los sirios desde los inicios del conflicto, mediante la prestación de asistencia vital por parte de voluntarios y empleados en lugares a los que otros actores no llegan. Sin ese apoyo, esta catástrofe humanitaria habría sido mucho peor. Todos los meses, prestamos ayuda a cerca de 4,5 millones de personas dentro de Siria. Para que continúe esta labor tan esencial, el personal humanitario debe contar con acceso sostenido, seguro y sin motivación política a todas las personas, familias y comunidades que lo necesiten. Solicitamos a los Estados y a todas las partes en el conflicto que sus operaciones respeten el derecho internacional humanitario.

También se necesita apoyo con urgencia para los sirios que viven fuera de su tierra. De 16,7 millones de personas afectadas por la crisis en Siria, más de un tercio hoy se hallan en países vecinos donde las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y la Media Luna Roja prestan una gran ayuda a la población, por ejemplo, mediante asistencia monetaria de gran escala en lugares como Turquía. En paralelo, las Sociedades Nacionales en toda Europa y en otras partes del mundo han emprendido varias actividades para ayudar a los sirios a integrarse en sus comunidades de acogida, desde programas de apoyo psicosocial hasta centros de recepción, pasando por gestiones de reunificación con familiares separados.

"En los últimos diez años, se ha observado una enorme generosidad y solidaridad por medio de financiamiento para la asistencia en Siria y países vecinos", señaló el presidente de la Federación Internacional, Francesco Rocca. "Lamentablemente, hoy vemos que las donaciones disminuyen, mientras que la crisis humanitaria empeora día tras día. Se necesita financiamiento, hoy más que nunca, para que los sirios puedan satisfacer sus necesidades básicas y llevar una vida digna."

No obstante, la asistencia y el financiamiento por sí solos no resolverán la crisis.

"Las organizaciones humanitarias están para ayudar, pero la responsabilidad, en última instancia, es de las partes en conflicto", expresó Peter Maurer, presidente del CICR, tras una visita reciente a Siria. "Se necesita con urgencia un liderazgo colectivo y convergente que atraviese la grieta política. De lo contrario, tendremos una sexta, séptima y más conferencias de Bruselas. El apoyo económico permanente y la negociación de una solución política generarán las condiciones de un futuro más auspicioso para estas personas. Los sirios no pueden tolerar otro año en estas condiciones desesperadas y, menos aún, otra década."